Te escribiría y te hablaría sobre mi vida, sobre lo maravillosa que es sin ti. Sobre lo bien que me lo paso con otros chicos. Te contaría que ya no me viene tu nombre a la cabeza cada vez que pestañeo, que no me acuerdo de ti, ni de tus palabras, que eres un vago recuerdo, sin importancia. Te preguntaría sobre ti y me interesaría por como te va la vida, si fuiste capaz de olvidarme, o si alguna vez me recordaste. Narraría viejas anécdotas que vivimos juntos, sí, en ese pequeño lapsus de tiempo en el que nos encontramos y empezamos a caminar juntos por la vida, como cuando te encuentras con un desconocido en un paso de peatones y cruzas junto a él la carretera, y al final cada uno coge un camino diferente y no os volvéis a encontrar. Finalmente te diría que te he mentido en todo. Que has cruzado la calle antes que yo, que he intentado alcanzarte cuando estabas llegando a la otra acera, pero que el semáforo se me ha puesto en rojo y que he tenido que dejarte ir.
Esperaría tu respuesta.
Si te hubiera escrito, créeme que esperaría tu respuesta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario